“(…) no devenimos madres necesariamente cuando parimos al niño, sino en el transcurso de algún instante de desesperación, locura y soledad en medio de la noche con nuestro hijo en brazos. Cuando la lógica y la razón no nos sirven, cuando nos sentimos transportadas a un tiempo sin tiempo, cuando el cansancio es infinito y sólo nos resta entregarnos a ese niño que expresa nuestro yo profundo y no logramos acallar, entonces nuestra madre interior ha nacido.”

Laura Gutman

sábado, 17 de abril de 2010

PRESENTACIÓN

Quizás tendría que haber creado este blog hace 2 años, cuando nació mi hija. O tal vez antes, cuando supe que iba a ser mamá. Porque, sin duda, este hecho ha marcado mi vida, para bien, por supuesto. Ha cambiado mi forma de ver las cosas, de sentir, de amar, de comportarme, de tratar a los demás ... de ser. Ha cambiado mi yo interior. Y, sobre todo, ha cambiado mi forma de entender la maternidad, algo de lo que me siento enormemente orgullosa.

Pero vayamos con mi presentación.
Me llamo Ana. Tengo 36 años y soy mamá de una niña preciosa (amor de madre) de 2 años que se llama Aroa (tal vez algún día os cuente cómo le puse este nombre).

Siempre me ha gustado escribir (cuentos, relatos, pensamientos, cartas que pusiesen voz a mis pesnamientos ...). De hecho, suelo expresarme mejor usando un papel que utilizando la voz. Tampoco es que sea una literata, nada más lejos de la realidad. Pero parece como que, cuando escribo, mis pensamientos fluyen más fácilmente.

Desde el momento en que supe que estaba embarazada, decidí expresar mis emociones, sentimientos, pensamientos, etc de esta forma. Escribiendo. No quería perderme ni olvidarme de cada una de las sensaciones que comenzaba a experimentar. Y no quería, tampoco, que mi niña (bueno, entonces todavía no sabía el sexo que tendría) se perdiese eso.

Por eso comencé a escribir una especie de diario para mi niña. A veces un cuento, a veces anécdotas de nuestro día a día, progresos, juegos, etc. Y, con todo esto, me fui dando cuenta de que, la forma de crianza que yo tenía establecida en mi cabeza, esa que nos meten por los ojos constantemente; esa que se empeña en hacernos comprar cosas para nuestro bebé con la promesa de facilitarnos la vida y mejorar su educación y bienestar; esa que ve con malos ojos los mimos y besos excesivos, el coger a tu bebé en brazos, el dormir con él, el amamantar hasta que ambos decidan cómo y cuándo dejar de hacerlo, el respetar los tiempos y horarios que nuestros bebés nos marcan ... en definitiva, esa crianza artificial que sólo busca el bienestar de los padres sin pensar en el bienestar de los hijos, no era para nada lo que yo quería para mi hija.

En mi fue creciendo, a la par que mi bebé, un sentimiento muy profundo, tanto que de repente caí en la cuenta de que la crianza de un hijo no necesita ni libros, ni recomendaciones. Tan sólo querer a ese bebé y saber escucharle. El instinto hace todo lo demás.

Entonces el término "apego" cobró significado para mí. Entonces me di cuenta de lo que quería y lo que no quería para mi hija. Y me prometí a mi misma que no permitiría que nadie me impusiese lo contrario.

Y junto con este sentimiento, nació en mi el deseo de que todas aquellas personas que, directa o indirectamente, estuviesen en mi entorno, conociesen mi forma de pensar y supiesen que, esta nueva visión de la maternidad que nació en mi, me estaba haciendo inmensamente feliz porque veía la felicidad en los ojos de mi niña.

Entonces llegaron a mi numerosos blogs de otras mamás con necesidades y sentimientos similares a los míos. Y me dije: "¿Por qué no?". Pues sencíllamente por que no tenía ni idea de cómo funcionaba esto. Y seguí escribiendo, en mi diario. Hasta que una amiga, una buena amiga, me ofreció su ayuda.


Así que, aquí estoy, iniciando este nuevo camino que, como dije al principio, tendría que haber comenzado hace tiempo. Os iré poniendo cosas de entonces, con las fechas exactas y bajo la etiqueta de "Diario para mi niña", para que no os perdáis.

Espero que os sintáis a gusto en La Casita de Aroa. Siempre digo que soy yo la que he entrado a formar parte de su vida y no al revés. Porque yo ya estaba aquí y me he ido modelando siguiendo sus pasos. Ahora veo el mundo con otra perspectiva, a través de sus ojos. Espero que los que me leáis hagáis lo mismo y disfrutéis al igual que yo.

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